Microbioma humano – enfermedades – autoinmunes:
¿Te has preguntado por qué en países en vías de desarrollo la incidencia de enfermedades autoinmunes es mucho menor que en los occidentales? ¿Y por qué no puedes beber agua si no está tratada?
Desde el descubrimiento de la penicilina hasta hoy se han desarrollado innumerables antibióticos. Fue un gran descubrimiento ya que las infecciones bacterianas se podían controlar evitando así muchas muertes por sepsis e infecciones. Sin embargo hemos pasado de un extremo a otro, tomando medicinas en cuanto tenemos el más mínimo síntoma, bien sea porque nos automedicamos o bien porque vamos al médico y nos lo prescribe también rápidamente. Rara vez damos la oportunidad a nuestro cuerpo de que sea él quien haga su trabajo y nos proteja como sabe hacer a la perfección.
Por otro lado hemos olvidado el funcionamiento de nuestro cuerpo y las relaciones simbióticas que en él se dan y mediante las cuales puede mantener sus funciones al 100%, convirtiéndonos en seres altamente eficaces y sanos.
Por tanto, a día de hoy, la mayoría de ocasiones en que tomamos antibiótico y otros fármacos éstos no serían necesarios. Junto a este fenómeno están el estrés y la alimentación en la que los alimentos procesados (y harinas, azúcares y sal refinadas), tienen un protagonismo elevado en la destrucción de nuestras bacterias «buenas». Por lo que todo esto unido es un bomba de relojería para nuestro microbioma y con él, para nosotros directamente.
En este magnífico documental de la dos podrás descubrir las increíbles relaciones entre distintas enfermedades sobre todo de origen autoinmune pero también otras con este sistema bacteriano que es inherente al ser humano y por tanto imprescindible para nosotros. Sin duda no tiene desperdicio alguno y abre una nueva vía de concepción de los fármacos en la que la destrucción de las bacterias podría no ser siempre la clave, sino la correcta colaboración con ellas.